En otras publicaciones anteriores hemos hablado de las causas de la hiperhidrosis (exceso de sudoración) y de la hiperhidrosis nocturna (exceso de sudoración por la noche).
Ambas son situaciones molestas que pueden interferir con la vida normal de la persona por lo que es frecuente la búsqueda de soluciones y tratamientos, siendo las inyecciones de bótox un gran aliado.
Pero hay muchos más tratamientos alternativos al bótox que varían tanto en esencia como agresividad. Vamos a conocerlos con un poco más detalle:
Compuestos de cloruro de alumnio
Los tratamientos con los que se empieza a tratar el exceso de sudoración y que resultan menos agresivos consisten en la aplicación local de cloruro de aluminio en axilas, palmas y plantas de pies. Son muy eficaces ya que taponan los conductos de las glándulas sudoríparas.
Este compuesto se utiliza para la fabricación de antitranspirantes de uso comercial y cuando se nota el efecto se debe espaciar su aplicación. Debido a que el cloruro de aluminio es altamente sensible al agua, con el sudor se puede convertir en un agente irritante, por lo que muchas marcas agregan otras sustancias, como lactato de aluminio, para contrarrestar los efectos.

En el caso de que haya sensibilidad cutánea al compuesto, hay que dejar de utilizarlo de forma inmediata.
Mucho se ha hablado de la posible relación del cloruro de aluminio con el cáncer de mama y el Alzhéimer pero este punto nunca se ha demostrado. Sin embargo, a causa de la mala fama que han ido adquiriendo las sales de aluminio, hay fabricantes que están utilizando el reclamo “sin sales de aluminio” para atraer a los consumidores. En este contexto una alternativa que ha ido ganando adeptos es la piedra de alumbre . Este mineral se utiliza como sustituto de las sales de aluminio pero ni es tan eficaz contra la transpiración como tampoco está libre de aluminio ya que el mecanismo de acción es similar.
Salvia
Con frecuencia se recomienda la salvia como una alternativa para tratar la sudoración excesiva. Se cree que los aceites esenciales de salvia tienen un efecto calmante sobre el sistema nervioso central, que controla las glándulas sudoríparas, inhibiendo así la producción de sudor. Los preparados de salvia se pueden adquirir sin receta médica en forma de comprimidos, gotas, té o baños de salvia (especialmente recomendados como tratamiento contra la sudoración intensa en los pies).

Anticolinérgicos
Los anticolinérgicos son fármacos que inhiben la acción de la acetilcolina, un neurotransmisor o mensajero químico que transfiere señales a las glándulas sudoríparas.
El efecto de los anticolinérgicos generalmente solo se manifiesta después de 2 a 3 semanas de tratamiento, ya que la dosis se va incrementando poco a poco desde el inicio del tratamiento.
Pueden aplicarse de forma local o de forma sistémica, es decir por vía oral. El problema de la ingesta de anticolinérgicos radica en que no solo inhibe las señales a las glándulas sudoríparas sino que también inhibe otros impulsos en el cuerpo como son la secreción de saliva, jugo gástrico y bronquial, disminuyen los músculos lisos del tracto gastrointestinal, urinario y de la musculatura bronquial, aumenta la frecuencia cardíaca las pupilas se dilatan y el ojo se acomoda hacia la lejanía. De ahí que los posibles efectos secundarios incluyan trastornos visuales, molestias gástricas, sequedad grave de la boca, los ojos y la piel, estreñimiento, retención urinaria y taquicardia.

Bótox
La toxina botulínica también forma parte de los compuestos anticolinérgicos, pero al ser de aplicación local (sin ingesta) bloquea la acción de la acetilcolina solamente en las glándulas sudoríparas sin afectar otras funciones del organismo, lo que es una gran ventaja.
Es un tratamiento realmente eficaz, se aplica mediante inyecciones con agujas finas en axilas, palmas y plantas y su efecto es muy prolongado, llegando a veces hasta un año.

Iontoforesis
La iontoforesis es un tratamiento no invasivo especialmente indicado para la hiperhidrosis en pies y manos. El tratamiento consiste en introducir las palmas en unas bandejas llenas de líquido. Con la ayuda de unos electrodos se genera una corriente eléctrica en las zonas sumergidas que va a actuar sobre las glándulas sudoríparas sin dañarlas. Aunque este tratamiento se usa menos en axilas, el procedimiento es similar salvo que se usan unas esponjas humedecidas.

Existen dos tipos de iontoforesis en función de las características de la corriente usada. Así, se dispone de dispositivos con corriente directa (más recomendado para los pies, ya que puede resultar muy dolorosa su aplicación en manos y axilas) y con corriente pulsada que es menos molesta.
Los efectos secundarios son leves: sensación de descargas eléctricas o “cosquilleos”, enrojecimiento de la zona, irritación, aparición de vesículas o incluso ampollas en las zonas expuestas y en los casos más graves podría haber quemaduras quemaduras y necrosis cutánea, sobre todo en situaciones de mal aplicación de la técnica, por lo que es clave acudir a un buen especialista.
Este tratamiento no se debe utilizar en caso de:
- Embarazo
- Lesiones cutáneas que no se puedan proteger con vaselina.
- Zonas de hipostesia (disminución de la sensibilidad táctil).
- Marcapasos
- Implantes metálicos
- DIU con componente metálico.
- Enfermos cardiacos o con epilepsia.
Microondas
Las microondas se utilizan principalmente para irradiar de forma específica las glándulas sudoríparas localizadas en el área de las axilas. Se utiliza de forma limitada en manos y no está indicado para su uso en los pies ni en la cara.
El procedimiento lo que hace es mover las moléculas de agua y crear calor, elevando la temperatura a 70 grados en la zona del cuerpo donde se aplica, temperatura a la cual se destruyen las células de las glándulas sudoríparas.
Para evitar molestias, la capa superior de la piel se protege mediante la aplicación de frío, de manera que el efecto del calor se limita a las glándulas sudoríparas y odoríferas más profundas. La aplicación de frío también alivia el dolor durante el tratamiento.
Se requieren de varias sesiones para eliminar un alto porcentaje de células sudoríparas.
Cirugía
La forma más definitiva pero también más agresiva de acabar con la hiperhidrosis es la cirugía. Un especialista en Cirugía Torácica realizará una simpatectomía torácica, mediante endoscopia, con lo que inhibiría la vía colinérgica de producción del sudor. Al tratarse de un tratamiento agresivo se recomienda solo en casos resistentes a otros tratamientos de los que hemos visto anteriormente.

Además de la agresividad del tratamiento, uno de los inconvenientes que se puede presentar es que se desarrolle con el tiempo una excesiva sudoración compensatoria en otras partes del cuerpo.
Tras analizar todos los procedimientos existentes para acabar con el exceso de sudor (hiperhidrosis), mi propuesta como cirujano plástico y médico estético son las inyecciones con toxina botulínica por los buenos resultados que consigo en mis pacientes, la sencillez del procedimiento, la ausencia de efectos secundarios y su durabilidad.
Si quieres que analicemos tu caso y te asesoremos adecuadamente, ponte en contacto con nosotros para pedir cita ya desde la web como vía telefónica en el 91 556 59 69
Deja una respuesta