
Cualquier tipo de operación y cirugía plástica que realizo requiere siempre un análisis personalizado de cada paciente y por supuesto un estudio preoperatorio, donde se analizan distintos aspectos de la salud, situación actual y estado general del paciente en ese momento. Gracias a esa valoración relacionaremos los datos obtenidos con la anestesia que se va a realizar un tema de máxima preocupación de mis pacientes en consulta.
En el episodio de hoy, tengo la oportunidad de charlar con una experta en la materia, la Dra. Carmen Cerrada del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Virgen del Mar de Madrid.
¿Por qué la anestesia es un tema de preocupación para los pacientes?
La mayoría de los pacientes sienten miedo, preocupación ante una anestesia general por distintos motivos : dormirse y no saber si vas a notar algo durante la operación, perdida del control de nuestras facultades dejándolo en manos de otro, miedo a despertarse durante el procedimiento, no estar lo suficientemente dormido y poder escuchar o sentir dolor, …
Ante esto hay que explicar que cualquier cirugía estética es atendida no solo por el cirujano práctico sino por otros profesionales entre los que se encuentra el anestesista: un médico especializado en anestesia, reanimación y tratamiento del dolor que se ha formado durante años para ello y cuya función es mantener, cuidar el estado general del paciente frente al estrés que sufre el organismo ante una cirugía y resolver en casa momento cualquier evento que pueda surgir.
Para el anestesista, todos estos procedimientos son normales, porque lo llevan cabo a diario varias veces, por lo que no hay que tenerle miedo, la anestesi es una técnica segura y como veremos muy controlada.
El preoperatorio en una cirugía plástica
Al hacer el preoperatorio se busca conocer la situación del paciente en ese momento para prever posibles incidencias que puedan surgir, y se prepara medicación o cualquier otro elemento que se pueda necesitar. Todo está previsto.
En el preoperatorio lo importante es conocer:
- La historia clínica del paciente, sus antecedentes, sus hábitos, enfermedades, tratamientos que toma, las alergias conocidas, operaciones anteriores y como toleró las anestesias. También saber los antecedentes familiares directos relacionados con la anestesia.
- Se realiza además ECG para ver funcionamiento del corazón antes de la operación.
- Analítica donde se estudian los parámetros sanguíneos que nos indican si hay una anemia, infección, alteración de la función renal, hepática, coagulación o alguna patología que requiera completar con estudios adicionales a valorar por otros especialistas y/ o poner un tratamiento previo a la operación.
- En ocasiones se necesita radiografia de torax, pero no es imprescindible en un paciente sano.
En ocasiones las pruebas nos pueden indicar que no se puede realizar una intervención en ese momento (por ejemplo porque el paciente está en un proceso respiratorio con bronquios afectados y debe recuperarse antes de entrar en quirófano) o quizá nunca si se identifica una patología que requiere de un tratamiento que desaconseja totalmente la intervención.
Si tras los análisis previos todo está en orden, entonces según el tipo de intervención que se vaya a realizar, se decide qué anestesia es la mejor a utilizar.
Tipos de anestesia en la cirugía plástica
Las cirugías pueden hacerse con anestesia general, otras con sedación profunda, otras con sedación regional – local y otras con sedación superficial.
La mayoría de las operaciones de cirugía plástica se realizan con anestesia general y no hay que tenerle ningún tipo de miedo ya que el paciente estará en todo momento absolutamente controlado hemodinámicamente : monitorizamos el corazón con ECG continuo, la tensión arterial, a nivel respiratorio monitorizamos la ventilación, la saturación de oxígeno en sangre y otros datos que nos indica el ventilador, que será el encargado de respirar por el paciente mientras esté dormido. También el grado de relajación .
A nivel de la profundidad anestésica también está perfectamente controlado mediante monitores que vigilan el grado de hipnosis del paciente, evitando otro de los frecuentes miedos de los pacientes : el despertarse durante la anestesia.
La anestesia general es un procedimiento que imparte un médico anestesista donde se utilizan fármacos que producen:
- Ansiolisis (quitar ansiedad),
- hipnosis (duermen al paciente, acción a nivel SNC),
- apnea (dejan de respirar),
- analgésicos (derivados de la morfina muy potentes),
- relajantes musculares para que el cirujano pueda operar ya que ante la agresión de la cirugía los tejidos se contraen o el paciente se puede mover a pesar de estar dormido).
Por ello necesitamos un estricto control hemodinámico y respiratorio que se encargara de realizarlo el anestesista con la ayuda de distintos aparatos de monitorización que hemos comentado.
Muchos pacientes tienen miedo a la intubación y no deben tenerlo, ya que es una técnica realizada con el paciente dormido que nos garantiza que va a estar perfectamente ventilado , nos permite estar conectados a un respirador que respira por nosotros y hace que nuestra sangre esté bien oxigenada, algo totalmente necesario para la estabilidad de nuestro organismo y que los pulmones estén bien protegidos, aislados del tubo digestivo ya que podría haber algún reflujo o vómito que de pasar al pulmón produciría graves lesiones pulmonares. De ahí que se pida que el paciente vaya en ayunas a la operación.
Duración y mantenimiento de la anestesia.
La diferencia entre la anestesia general y la sedación profunda es mínima. En una sedación profunda se utilizan los mismos fármacos que en una anestesia general pero a dosis menores, se pretende que el paciente esté dormido, sin dolor, que el cirujano pueda operar, y que el paciente respire por sí mismo. Ponemos oxigeno complementario con unas gafas nasales ya que a esas dosis de los medicamentos se disminuye la frecuencia respiratoria y la profundidad de esas respiraciones, incluso pueden producir apnea ( dejar de respirar un rato ). Por eso una sedación profunda debe estar monitorizada constantemente y controlada por un anestesista, ya que con las misma cantidad de medicamento cada persona puede responder de una manera y necesitar ventilación manual o incluso profundizarla , intubación y control con el respirador en cualquier momento durante la intervención.
Alguna cirugía se puede hacer con sedación profunda o superficial(paciente tranquilo pero despierto ) como complemento de una anestesia local, pero son muy pocas. Además el cirujano trabaja mejor con el paciente bien dormido, ya que estará menos nervioso y no se moverá si nota algo.
La duración de cada fármaco que usamos (la dosis inicial se calculan según el peso) la es distinta en cada uno de ellos, por eso vamos poniendo dosis complementarias según dure la cirugía. Aquellos que producen hipnosis los vamos disminuyendo cuando esta terminando la operación para que el paciente vaya recuperando la fuerza muscular, empiece a respirar de nuevo poco a poco, hasta que se normaliza totalmente y se despierte .
Aunque una cirugía sea muy larga, el mantenimiento de la anestesia es seguro siempre que el estado del paciente sea estable. El despertar en algunas ocasiones de cirugías muy largas se hace más lentamente para mantener la estabilidad hemodinámica.
La reanimación en la cirugía plástica
Tras el despertar de una anestesia, la persona aún está adormilada, no es muy consciente aún de su situación, puede tener frio, náuseas, algo de dolor. Quedan en los tejidos restos de los fármacos que se van eliminando los efectos poco a poco, metabolizándose por el hígado, pulmón, diuresis. Mientras sucede esto hay que seguir monitorizando al paciente, calentarlo, tratar los síntomas que tenga y eso se controla en la reanimación post-quirúrgica. Cuando está estable se lleva a la planta.
Es importante recalcar que el paciente siempre se despierta en quirófano y se le pide que lleve a cabo instrucciones sencillas para asegurar que todo esta en orden. Nunca se abandona el quirófano si el paciente no se ha despertado.
Una vez despierto se le lleva a una sala de reanimación para que termine de recuperarse antes de pasarle a planta donde le esperan sus familiares.
El paciente no debe tener miedo a la anestesia, sí respecto, pero es una técnia segura ya que la mortalidad es bajísima, 1 entre cada 150.000 pacientes.
En medicina no hay nada totalmente inocuo, ni podemos asegurar al 100% que no vamos a tener ninguna complicación porque la respuesta de cada persona es impredecible, pero lo que sí tenemos claro es que las complicaciones importantes dependen más de las enfermedades del paciente y de cómo estén o no controladas que de la anestesia en sí misma.
Hoy en día la anestesia impartida por un anestesiólogo es un procedimiento con una técnica perfectamente controlada, segura y que garantiza el bienestar del paciente durante la cirugía.
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