La blefaroplastia o cirugía de párpados, es una de las técnicas quirúrgicas de rejuvenecimiento más demandadas en la sociedad a nivel general, tanto por hombres como por mujeres, que consiste en eliminar el exceso de piel de los párpados superiores y las herniaciones de grasa orbitaria que se produce en los párpados inferiores, conocidas como las antiestéticas bolsas en los ojos.
A tal punto ha crecido el interés y la práctica de la cirugía de párpados que en 2018, el congreso anual de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética) estuvo dedicado de forma monográfica por primera vez a las cirugías óptico-palpebrales (relacionadas con los párpados) que procuran rejuvenecer la mirada.
Este tratamiento suele ser requerido a partir de los 40 años, aunque pacientes más jóvenes pueden precisar de este tipo de tratamiento por tener una predisposición genética.
Hay que recalcar que con independencia de método que se utilice, ya sea bisturí o láser, la blefaroplastia es siempre un tratamiento quirúrgico. Es por ello que no deja de sorprenderme cuando acuden a mí pacientes preguntando por blefaroplastias sin cirugía, ya que ese procedimiento no existe a día de hoy.
Las técnicas no quirúrgicas que existen para disimular (y en ningún caso corregir de forma definitiva) el exceso de piel sobrante de los párpados superiores o bolsas en la parte inferior de los ojos son los rellenos en la zona de los pómulos con ácido hialurónico o hidroxiapatita calcina. En algunos casos, principalmente en pacientes jóvenes, aumentar el volumen de esta zona consigue disimular las bolsas de grasa palpebral.

Así pues las técnicas no quirúrgicas sirven para retrasar la edad de la cirugía de la blefaroplastia y a veces mejorar el resultado de ésta cuando se realiza la intervención quirúrgica, pero en ningún caso son la solución definitiva como nos quieren hacer creer.
¿Cuáles son las técnicas quirúrgicas para llevar a cabo una blefaroplastia?
Blefaroplastia convencional.
Se trata de una cirugía ambulatoria donde eliminamos el exceso de piel de los párpados superiores, así como una pequeña parte del músculo orbicular y en los casos necesarios las bolsas de grasas que pudiera haber detrás de este orbicular.
En los parpados inferior eliminamos las bolsas a través de una incisión bajo las pestañas o en el interior a través de la conjuntiva.

En todos los casos se ubican las cicatrices en los lugares en que son menos aparentes, es decir:
- En el párpado superior la localizamos en el surco palpebral (justo en el lugar donde nace el globo ocular cuando cerramos el ojo).
- En los párpados inferiores la incisión suele realizarse bajo las pestañas, siendo prácticamente inaparente tras un mes y permite eliminar una pequeña parte de piel si es necesario. O también puede hacerse por medio de una incisión transconjuntival es invisible desde el exterior.
La cirugía no touch no se diferencia de en nada de la técnica convencional, simplemente se usa este término a nivel marketiniano para hacer hincapié en que se trata de un procedimiento donde las cicatrices son mínimamente perceptibles, lo que ocurre en todos los casos si somos lo suficientemente cuidadosos en la planificación. Por ello es sumamente importante recurrir a un cirujano plástico con experiencia, reputación y contada solvencia médica.
Blefaroplastia con láser
La blefaroplastia laser también es un procedimiento quirúrgico ambulatorio consistente en pasar una fibra láser (normalmente de CO2) por los párpados superiores buscando una retracción de la piel pero sin eliminarla de forma abierta.
Es una técnica que solo es efectiva en casos con poco exceso de piel y no actúa sobre el músculo orbicular redundante como es el caso de la blefaroplastia convencional.
La fibra láser se introduce a través de una pequeña incisión en los párpados inferiores para licuar la grasa de las bolsas y se realiza a cielo cerrado, por lo que no es posible comprobar si las bolsas han sido eliminadas en su totalidad.

Ahora bien, es cierto que se trata de una técnica sin cicatrices ya que únicamente se realiza una pequeña incisión para introducir la fibra láser.
El grado de inflamación y los posibles hematomas son muy poco aparentes con esta técnica porque el láser cauteriza los vasos sanguíneos mientras corta, por lo que la pérdida de sangre durante la cirugía se reduce al mínimo.
No todos los pacientes son buenos candidatos para una cirugía de párpados con láser, entre otras cosas, por padecer de ciertas afecciones para las cuales esté contraindicado su uso.
Como ocurre con todas las técnicas, para cada paciente y grado de blefarocalasia existente, habrá que valorar cuál de estas técnicas es la más adecuada por lo que la valoración de un especialista es fundamental.
Ambas técnicas como indicábamos anteriormente son de carácter ambulatorio y bajo anestesia local, con una rápida reincorporación a las actividades habituales. Si quieres conocer en detalle cómo es el postoperatorio de una blefaroplastia (enlace al artículo 3 del blog) te remito a uno de nuestros últimos artículos donde hemos abordado este tema.
Si tienes dudas sobre esta intervención y quieres una valoración personalizada del tipo de tratamiento que necesitaría tu caso, puedes ponerte en contacto por teléfono o reservar una cita a través del formulario de contacto. Todas las valoraciones son realizadas de forma personalizada por la Cirujana Plástica y Médico Estética Patricia Mancebo.
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