
El efecto rippling consiste en la aparición de pliegues u ondulaciones en las mamas tras una intervención de aumento de pecho (mamoplastia de aumento).
El término rippling viene del inglés “To ripple”, quiere decir “hacer ondas” u “ondular”. De ahí que este término se use para describir las ondulaciones que se producen en el propio implante y las cuales pueden no solamente llegar a verse, sino percibirse al tacto cuando las tocamos.
Es un problema porque el resultado de la mamoplastia de aumento queda totalmente desfigurado.
Las arrugas y ondulaciones suelen aparecer en la parte lateral de las mamas y también en la región del escote, zonas en las que la piel es más delgada y en donde un implante demasiado ancho no va a poder ser recubierto adecuadamente por los tejidos mamarios.

Ahora bien, no hay que confundir un efecto rippling con el hecho de poder palpar las prótesis, que es algo totalmente normal. Es decir, las prótesis casi siempre pueden palparse, especialmente en las zonas laterales.
De hecho hay que advertir a las pacientes que se van a operar de un aumento de mamas de que es casi seguro van a ser capaces de notar y palpar sus implantes.
¿Por qué se produce el efecto rippling en los pechos?
Lo primero que debemos decir es que el rippling, afortunadamente, no es un efecto secundario muy habitual tras un aumento de pecho o una cirugía de elevación con prótesis.
Ocurre cuando los pliegues de las propias prótesis son capaces de verse desde el exterior.
Los factores que más influyen en la aparición del rippling son:
Constitución de la paciente
La mayor parte de las pacientes que se realizan un aumento mamario tienen las mamas muy pequeñas, es decir con muy poco tejido mamario y además son generalmente de constitución delgada, es decir también tienen poco tejido adiposo.
Esto contribuye mucho a que las prótesis sean más aparentes desde el exterior. Al igual que en las personas delgadas los huesos se ven mucho las prótesis también pueden hacerse muy patentes.
Tipo de implante utilizado
Las prótesis que no están rellenas de silicona al 100% son más proclives a generar este efecto porque hacen más pliegues en su cubierta que las que están rellenas del todo.
Las prótesis rellenas completamente de silicona ayudan a estos casos pero son ligeramente más firmes al tacto que las que no lo están por lo que hay que valorar en cada caso particular qué implante nos va a dar más ventajas y menos inconvenientes.
Yo generalmente reservo los implantes ergonómicos, es decir que acompañan e imitan los movimientos naturales de la mama, pero no están rellenos de silicona al 100% para poder tener dicho efecto.
Estos implantes los utilizo en los casos en los que las pacientes tienen suficientes tejido para cubrir bien el implante. En el caso de mujeres muy delgadas prefiero usar un implante más firme, pero que no hace arrugas para prevenir este efecto.

Tamaño del Implante
En un implante pequeño, aunque pudiera aparecer sobre él un poco de efecto rippiling, la mama le proporcionará la suficiente cobertura como para no externalizar esos efectos.
Sin embargo en los implantes de gran tamaño respecto a la mama de la paciente, los tejidos quedan muy tirantes por los que hay más posibilidad de que las ondulaciones sean visibles desde el exterior.
Como siempre en cirugía hay que valorar todas las variables en cada caso particular ya que lo que puede quedar perfecto en una paciente en otra puede estar totalmente desaconsejado.
Adherencia del implante a la mama
Cuanto más adherencia a la piel tengan los implantes más se notará el efecto del rippling.
Sin embargo, aunque la prótesis sea “blandita” y produzca cierto rippling, si no está adherida al tejido mamario no vamos a notarlo tanto.
Plano de colocación del implante
Cuanto más profundo se encuentre el implante en el tejido mejor, ya que habrá más capas de cobertura sobre el implante y, por tanto, equivale a menos rippling.
Esto quiere decir que si colocamos la prótesis detrás del músculo pectoral mayor habrá menos posibilidad de rippling, mientras que si la colocamos por encima del músculo la probabilidad será mayor.
¿Cómo evitar el efecto rippling?
La mejor forma de evitarlo es prevenir la situación. ¿Cómo?:
- Haciendo un estudio pormenorizado de la paciente
- Haciendo una correcta selección del implante
- Desarrollando una cirugía adecuada y colocando las prótesis en el plano adecuado.
En el caso de que no hayamos podido evitarlo y la paciente ya visualiza los pliegues del implante, ¿Cómo solucionarlo?
Hay que decir que no siempre vale con extraer la prótesis y sustituirlas por otras más firmes, porque los pliegues ya están en los tejidos y permanecen.
Así que muchas veces tenemos que extirpar parte de los tejidos que tienen pliegues antes de colocar nuevos implantes, con el consiguiente problema de que al extirpar este tejido nos queda menos para cubrir los nuevos.
En ocasiones, también podemos utilizar grasa del propio paciente usando la técnica de lipofilling en la zona de las ondulaciones o arrugas para intentar disimularlas.
Con todo lo comentado, podéis ver la dificultad de tratamiento que este problema presenta, así que como es importante evitarlo haciendo un estudio fisiólógico adecuado de la paciente, eligiendo la mejor prótesis, colocarla en el lugar adecuado y por supuesto contar con un cirujano plástico con experiencia.
Si te has hecho un aumento de mama y se te ha producido este efecto secundario o estás pensando en hacértelo y quieres una valoración experta que te ayude a que el resultado sea el deseado, contacta con nosotros y la Dra. Patricia Mancebo te atenderá personalmente.
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