La mastopexia o elevación mamaria es la intervención quirúrgica destinada a subir el pecho cuando ha caído por debajo de su localización ideal dentro del tórax.
Se recomienda en pacientes que han visto que sus mamas han descendido después de lactancias, pérdidas de peso o el paso de los años.
El pecho además de haberse deslizado más abajo del tórax, muchas veces se acompaña de pérdida de volumen, por lo que la operación se acompañará de unas prótesis en lo que conocemos como mastopexia con prótesis.
La mastopexia posibilita recuperar la posición ideal de las mamas, elevándolas y volviendo a recuperar en muchos casos los volúmenes que se han perdido, ofreciendo un pecho más rejuvenecido y bonito.
En ocasiones se puede llevar a cabo una mastopexia sin necesidad de implantes mamarios, tal y como contamos en el episodio 8 del podcast «El Rincón de la Cirugía Plástica».
Las operaciones mamarias requieren realizarse en un quirófano bajo anestesia general. Y para ello contamos con las instalaciones del hospital Virgen del Mar en Madrid.
Primera consulta y preparatorio de una mastopexia
La primera consulta se lleva a cabo en la clínica de la Doctora Patricia Mancebo situada en la Calle Julián Besteiro 6 de Madrid, y es en esta primera visita cuando la doctora explora a la paciente y va tomando medidas acerca de cuánto han descendido las mamas y el complejo areola-pezón.
Estas medidas nos permiten decidir qué tipo de operación vamos a realizar y qué cicatrices vamos a tener que dejar.
Es muy importante que la paciente entienda el por qué de esas cicatrices, ya que de esta forma entenderá que no son gratuitas sino la forma de subir su pecho y de que permanezca alto mucho tiempo.
Igualmente, en los casos de pérdida de volumen o deseos de la paciente de aumentar el tamaño de su pecho, procedemos a decidir si vamos a colocar una prótesis, su localización y tamaño más adecuado.
Como en todas las operaciones, solicitamos a la paciente que se realice unas pruebas preoperatorias consistentes en analíticas, radiografía, electrocardiograma, mamografía o ecografía según los casos y actualmente la PCR.
Asímismo, será valorada por el equipo de anestesiólogos para minimizar en lo posible los riesgos anestésicos.
También se indica a las pacientes que no deben tomar aspirina ni otros antiagregantes plaquetarios para no incrementar el riesgo de sangrado.
En esta primera consulta hacemos entrega a la paciente los consentimientos informados para que disponga de tiempo para leerlos y poder aclarar posibles dudas.
Procedimiento y técnica de una mastopexia
Es importante explicar a la paciente en qué va a consistir la operación de elevación de pecho, para que entienda qué cicatrices va a tener y por qué.
Dependiendo de cuánto haya caído la mama, el número de cicatrices se va incrementando: puede variar de una cicatriz solo alrededor de la areola (en lo que se llama mastopexia periareolar), hasta una cicatriz vertical y otra horizontal en forma de T invertida.
Estas cicatrices se deben a la piel que tenemos que eliminar para hacer ascender la mama y darle turgencia.
A ninguna paciente le gusta tener cicatrices y a la doctora Patricia Mancebo tampoco le gusta hacerlas, y por ello se utilizan todas las técnicas y suturas adecuadas para que, con el paso del tiempo, sean lo más inapreciables posible.
Además de las cicatrices que se ven tras la operación, hay que aclarar que también actuamos sobre la glándula mamaria, despegándola de su lecho en el pectoral y anclándola más arriba para que se mantenga alta muchos años.
El tiempo de esta cirugía oscila entre 2 y 3 horas, con anestesia general.
Normalmente no colocamos drenajes, salvo que la doctora lo vea necesario. La paciente después de pasar por la reanimación post anestésica, normalmente permanece en el hospital hasta el día siguiente.
Al igual que en otras operaciones mamarias, retiro los vendajes entre uno y tres días después de la operación.
Si la mastopexia la hemos realizado solo subiendo y dando forma a los tejidos de la paciente, el dolor postoperatorio es reducido.
En los casos en que añadimos una prótesis en plano dual submuscular, introducimos más analgésicos en el postoperatorio para hacerlo más confortable.
En todos los casos hay que prescribir antibioterapia durante una semana.
Postoperatorio en una mastopexia
Normalmente, aún en los casos en que hemos puesto prótesis, la paciente puede hacer vida normal pasada la primera semana e ir reincorporándose a sus actividades habituales.
En el caso de que la paciente quiera hacer deporte, dejamos pasar 4 semanas para favorecer la total cicatrización.
Durante las primeras semanas, le recomendaremos llevar un sujetador postquirúrgico que también va a ayudar a que todos los tejidos cicatricen en la posición adecuada.
La siguiente revisión será para retirar los apósitos que cubren las cicatrices, ya que la mayoría de suturas no hará falta quitarlas, al ir ocultas bajo la piel para dejar la menor marca posible.
Seguiremos vigilando la evolución cada 2 ó 3 meses, para ver la calidad de la cicatrización y poder poner solución si aparece algún signo de cicatrización fea o anormal.
El resultado obtenido será definitivo pasados entre 8 y 12 meses.
Complicaciones en una mastopexia
Normalmente, si se ha respetado el estudio preoperatorio y la cirugía está bien planeada, no suelen presentarse complicaciones.
De haberlas, tendríamos:
- De forma inmediata: el sangrado o las dehiscencias de la sutura, aunque ambas son muy infrecuentes.
- A largo plazo podemos encontrarnos cicatrizaciones inestéticas, para las que buscaremos soluciones o en los casos con implantes, la contractura capsular (también muy infrecuente) en las prótesis colocadas en plano submuscular dual.
Todas las complicaciones están reflejadas en los consentimientos y son aclaradas en las visitas previas a la cirugía, para que la paciente acuda a quirófano con la mayor información posible en cuanto a riesgos.