El paso del tiempo, los cambios de peso y los embarazos en el caso de mujeres hace que la zona abdominal sufra muchas alternaciones como son la laxitud abdominal (piel flácida), acúmulos de grasa localizada, perdida de fuerza y tensión abdominal y deformidad del ombligo.
Una abdominoplastia es la mejor solución en estas situaciones ya que es la técnica quirúrgica destinada a mejorar el aspecto del abdomen mediante la eliminación de piel y grasa de la zona media e inferior y en ocasiones, tensando los músculos abdominales. Debe así mismo recolocarse el ombligo.
Es adecuada para pacientes que presentan faldón de piel y grasa tras haber perdido mucho peso y en mujeres que presentan abdomen globuloso o laxo después de los embarazos. En este último caso, es recomendable para mujeres con familia completa y que ya no tienen planeados nuevos embarazos.
No es una técnica de adelgazamiento, por lo que los pacientes obesos no son buenos candidatos si su objetivo es parecer más delgados.
La abdominoplastia consigue mejorar el contorno y aspecto del abdomen al eliminar el sobrante de piel y grasa, además de dar tensión a los músculos abdominales haciendo que la curvatura abdominal retroceda.
También es capaz de corregir pequeños defectos de la pared muscular como hernias periumbilicales.
Primera consulta de una Abdominoplastia
En la primera consulta con la Doctora Patricia Mancebo, llevada a cabo en su clínica de la Calle Julián Besteiro 6 de Madrid, exploramos a la paciente para comprender cuánta piel y grasa podemos eliminar, así como si existe separación entre los músculos rectos abdominales (dehiscencia) para hacer un plan quirúrgico correcto.
Si detectamos hernias o eventraciones solicitaremos un estudio de imagen ecográfico para valorar su magnitud y determinar si va a ser posible resolverlo mediante plicatura de los músculos rectos o si será necesario colocar una malla.
Generalmente, la piel de los varones no tiene una capacidad genética de distender tanto como la de las mujeres, por lo que tenemos que advertir a estos pacientes de esta circunstancia que puede determinar cicatrices a tensión y de peor calidad.
Así mismo, en los casos de localización alta del ombligo, puede ser necesario advertir al paciente de que será necesaria una cicatriz vertical en T además de la cicatriz periumbilical y la cicatriz de la parte baja del abdomen.
Las cicatrices son inevitables pero se ubican en zonas bajas del abdomen, en las que la ropa interior o ropa de baño son capaces de ocultarlas.
Todos estos aspectos son comentados en la primera consulta y también es en esta visita cuando entregamos a la paciente los consentimientos informados para que disponga de tiempo para leerlos y poder aclarar posibles dudas.
La cirugía en una abdomioplastia
Existen diferentes técnicas para realizar la abdominoplastia de acuerdo a las características de cada paciente y que se analiza de forma conveniente en las consultas previas para definir cómo proceder el día de la intervención.
Cuando la paciente llega a quirófano dibujamos en su abdomen la cantidad de piel que vamos a retirar. Una vez anestesiada, lo cual puede ser con anestesia general o a veces regional, se procede a levantar el faldón abdominal de piel y grasa, lo cual nos deja a la vista los músculos rectos abdominales.
Si los encontramos separados o dehiscentes, los suturamos (plicatura) para dar fuerza y tensión a la pared abdominal y reducir la curvatura.
Se procede entonces a eliminar la piel que habíamos dibujado, con lo que la zona de encima del ombligo se sutura a la zona superior del pubis quedando totalmente tensa. Esto nos da una cicatriz de lado a lado en la zona baja del abdomen, que será posible tapar con ropa interior o ropa de baño. Y el ombligo se ubica en su nueva ubicación con una cicatriz casi impercetible a su alrededor.
Todas las técnicas incluyen una cicatriz de lado a lado en la parte baja del abdomen y una periumbilical, excepto en los casos en que es posible realizar una miniabdominoplastia, en los que no es necesario transponer el ombligo y dicha cicatriz no va a aparecer
Normalmente la Dra. Patricia Mancebo coloca drenajes y el paciente permanece en el hospital hasta el día siguiente.
En ocasiones esta intervención se puede realizar conjuntamente con una liposucción como técnica de ayuda.
Postoperatorio de una intervención de abdomnioplastia
Si los drenajes han arrojado poco sangrado y el paciente se encuentra bien, puede marcharse a su domicilio con la indicación de llevar la faja de presoterapia y movilizarse lo más posible para minimizar los riesgos tromboembólocos. Puede que pautemos terapia de heparina los primeros 10-15 días.
Las molestias se concentran sobre todo en los primeros días del postoperatorio empezando a mejorar a partir del cuarto o quinto día. Estas molestias son mayores en los casos en los que hemos realizado tratamiento a los músculos frente a los casos de escisión únicamente de piel y grasa.
La faja de presoterapia debe llevarse al menos el primer mes, para facilitar que la piel y grasa del nuevo abdomen se adhiera a la capa muscular sin dejar espacio y para que no se acumule líquido (seroma).
Como en otras técnicas quirúrgicas, la inflamación puede durar meses por lo que esperamos resultados definitivos pasados seis u ocho meses.
Las cicatrices también evolucionan a lo largo del tiempo y esperamos que con las técnicas cuidadosas de sutura que empleamos en quirófano, sean poco apreciables a partir del primer año.
Artículos de interés sobre abdominoplastia
Preguntas frecuentes
¿Cuánto duran los resultados de una abdominoplastia y cómo mantenerlos?
Como técnica de contorno corporal, los resultados son duraderos en el tiempo, siempre que el paciente procure mantener su peso o en el caso de mujeres eviten nuevos embarazos.
La ganancia de peso va a repercutir más en las zonas no operadas, dando lugar a cuerpos poco armónicos.
¿Qué son las orejas de perro y cómo se pueden eliminar?
Las orejas de perro son abultamientos a los lados de la cicatriz del abdomen inferior. Se deben a que la longitud de la parte superior de la incisión generalmente no es la misma que la de la parte inferior y al suturar aparecen estos abultamientos.
La solución es eliminarlo, lo cual puede hacerse mediante liposucción con o sin escisión de piel. Pueden resolverse en el mismo momento de la operación o dejarse para más adelante, en un intento de que la cicatriz sea más corta, ya que mejoran espontáneamente a lo largo de los meses.
Yo suelo preferir resolverlas en el primer acto quirúrgico para evitar a la paciente un nuevo procedimiento quirúrgico y anestésico.
Beneficios de la faja postcirugía
Las prendas de presoterapia ayudan a la correcta cicatrización de los tejidos en su lugar correcto. También minimizan el riesgo de seroma.
Es una parte importante para conseguir los resultados deseados tras una abdominoplastia.
¿Qué ocurre si tras una abdominoplastia me quedo embarazada?
En esta técnica se elimina una cantidad importante de piel que sería necesaria para desarrollar un nuevo embarazo.
Los resultados tras un embarazo son impredecibles, pero podemos afirmar que la piel que tenemos va a sufrir por la distensión.
¿Se puede realizar una abdomnioplastia en el momento del parto o cesárea?
No lo recomiendo en ningún caso prefiero esperar al normal readaptado de la piel y evaluar el caso pasados unos meses.
¿Cuáles son las diferencias entre una abdominoplastia y liposucción?
La abdominoplastia elimina piel y grasa de forma abierta, es decir cortándolas, mientras que la liposucción solo aspira la grasa dejando la piel sin tocar.
¿Cuál es la edad recomendada para someterse a una abdominoplastia?
No existe una edad determinada, generalmente se recomiendo a pacientes que han perdido mucho peso o mujeres tras varios embarazos. Pedimos a las mujeres que valoren si van a tener más hijos y les sugerimos hacer el procedimiento al final.